El otoño-invierno 2025 llega con una clara consigna en el mundo de la decoración textil: calidez, naturalidad y sofisticación. Los interiores se tiñen de una paleta rica y reconfortante, donde los colores chocolate, rosetan, musgo y dulce de leche se convierten en los grandes protagonistas de la temporada. Una vuelta a lo esencial, a lo orgánico, sin dejar de lado el diseño contemporáneo.
Una paleta que abraza
Chocolate aporta profundidad y elegancia. Perfecto para cortinas pesadas, mantas tejidas o tapizados, evoca sensaciones de abrigo y confort.
Rosetan, ese rosa empolvado con un matiz terroso, suaviza los ambientes sin caer en lo romántico tradicional. Funciona muy bien en almohadones, fundas de edredón o detalles en tapicería que busquen dar un aire acogedor y moderno.
Musgo se impone como el verde estrella de la estación: natural, sobrio y con una conexión directa con el mundo vegetal. Ideal para textiles de lino o terciopelo que aporten textura y sofisticación.
Dulce de leche, un tono caramelo claro, funciona como nexo entre los colores más intensos de la paleta. Su versatilidad lo convierte en el comodín perfecto para manteles, tapizados livianos y géneros decorativos.
Materiales que acompañan
Este otoño-invierno, los textiles apuestan por lo sensorial. Lanas gruesas, linos lavados, terciopelos suaves y algodones pesados se mezclan para crear ambientes donde el tacto es tan importante como la vista. El mix de texturas, sumado a esta paleta de colores tierra, da como resultado espacios cálidos y envolventes.
Cómo aplicarlos
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En el living, combiná almohadones de musgo y rosetan sobre un sillón chocolate. Sumá una manta de punto grueso en tono rosetan para cerrar la escena.
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En el dormitorio, apostá por sábanas en tonos neutros y sumá una colcha musgo o rosetan. Los detalles en madera oscura y cerámica artesanal realzan la armonía de esta paleta.
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En la cocina o comedor, incorporá manteles y caminos de mesa en dulce de leche o rosetan, con vajilla en tonos verdes o marrones para un efecto otoñal encantador.
Una tendencia que conecta
Más allá de lo estético, esta tendencia responde a un deseo profundo: reconectar con lo natural, desacelerar y crear refugios personales donde el bienestar sea prioridad. Los tonos chocolate, rosetan, musgo y dulce de leche no solo decoran: invitan a quedarse.